Hace prácticamente un año, el 28 de mayo de 2011, aparecía en el BOE la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego. Dicha Ley se veía complementada unos meses después mediante (entre otras disposiciones legales) la Orden EHA/3084/2011, de 8 de noviembre, por la que se aprueba la reglamentación básica de los concursos.

Si vamos al artículo 3 de la Ley 13/2011, en el que se exponen las definiciones de las actividades sujetas a dicha normativa, encontramos lo siguiente en el apartado e:

e) Concursos. Se entiende por concursos aquella modalidad de juego en la que su oferta, desarrollo y resolución se desarrolla por un medio de comunicación ya sea de televisión, radio, Internet u otro, siempre que la actividad de juego esté conexa o subordinada a la actividad principal. En esta modalidad de juego para tener derecho a la obtención de un premio, en metálico o en especie, la participación se realiza, bien directamente mediante un desembolso económico, o bien mediante llamadas telefónicas, envío de mensajes de texto o cualquier otro procedimiento electrónico, informático o telemático, en el que exista una tarificación adicional, siendo indiferente el hecho de que en la adjudicación de los premios intervenga, no solamente el azar, sino también la superación de pruebas de competición o de conocimiento o destreza.

Como vemos, los call-tv (y no sólo ellos, sino también los concursos mediante SMS Premium) encajan perfectamente en esta definición. Así pues, para seguir operando tras la asignación de licencias de juego que contempla la Ley, supuestamente sólo deberían solicitarla y adaptarse a la normativa. Esto implica, además de la obtención de la susodicha licencia por parte del Gobierno (que requiere de un depósito bastante alto según publicaba Cinco Días en noviembre además del pago de una tasa de 38000 euros más renovaciones), cumplir una serie de requisitos respecto a la transparencia y mecánica de los programas. Os recomendamos encarecidamente echar un vistazo al segundo PDF que enlazamos al principio del post, en el que se detallan las estrictas normas a las que se verán sujetos los call-tv.

De hecho, tan estrictas que algunos directamente han preferido tirar la toalla y abandonar el negocio, caso de Llama TV y Antena 3, que despidieron «Adivina quién gana esta noche» la noche del domingo al lunes. Esto dice mucho de la filosofía de estos programas: «antes muertos que transparentes y ajustados a la legalidad».

De esta forma, se esfuma uno de los pocos call-tv que quedaba en antena tras la aparición de la Ley General Audiovisual hace ahora dos años. Estaremos atentos a ver con qué llena la cadena de Planeta esa franja horaria y qué ocurre con el resto de concursos de madrugada…

Por el momento, aquí tenéis los últimos minutos de existencia del call-tv de Antena 3:

Nótese que ni en el último programa abandonan su mala praxis. Por un lado el premio «falseado», por otro la solución es un animal que no conocen ni en su casa a la hora de comer. Eso sí, la última concursante lo compensa en parte con el «no veas las facturas de teléfono que pago» que suelta en directo.

La despedida, en la tónica habitual de estos programas, no podría ser más hipócrita. «Participen en programas de televisión con cabeza, que se gana dinero». Claro, recomendáis ahora lo que no habéis recomendado en seis años de programa, ¿verdad? En fin… me recuerdan a esta despedida estelar de Lora Galeva en el difunto call-tv de La Sexta.

Desde luego, no les echaremos en falta.