El Diario Montañés informa de que la Unión de Consumidores de Cantabria (UCC según la noticia, UCE según la web de la Unión) ha ganado dos procesos legales por asuntos relacionados con teléfonos de coste adicional.

El primero, el caso de una mujer que recibió una factura por 664 euros y se dio cuenta de que había facturados costes erróneos por no realizados, concretamente más de 200 llamadas en un mes a un 905 y una serie de mensajes Premium y suscripciones. Reconoció haber llamado a algún call-tv (todos usan teléfonos 905), pero de ninguna manera realizar 200 llamadas. Con toda probabilidad, ese número tan alto se debió al subfraude de la rellamada automática.

El juzgado estimó la demanda presentada e instó a pagar únicamente el importe consumido realmente. Orange (la compañía de la afectada) amenazó con pedir en un juicio paralelo el abono íntegro de la factura pero finalmente desistió por «por política comercial» (hablando en plata, se acobardaron de la repercusión que dicho juicio tendría y la mala imagen como compañía que les proporcionaría).

El segundo caso, resuelto mediante una Junta Arbitral de Consumo, ha eximido a una cántabra de pagar más de un millón de las antiguas pesetas por 3500 mensajes (200 diarios, uno cada 7 minutos) recibidos en 17 días del pasado mes de junio sin solicitarlos. Todo por bajar un politono.

Le llegó una factura de más de 6000 euros que no abonó y le cortaron la línea por impago. Los SMS premium siguieron enviándose y siendo cobrados y la siguiente factura fue por 743,72 euros. La compañía de la estafada no se presentó a la Junta diciendo que no era responsable de los contenidos ofrecidos por terceros.

Finalmente, no quedando probada la aceptación de contrato alguno y ante lo irracional de los costes, la afectada sólo tendrá que pagar los 40 euros de consumo real de su línea.