Y es que está de moda en los call-tv montar patéticos espectáculos con el fin de atraer audiencia (aunque sea cayendo muy bajo dando pena) y, por tanto, llamadas.

El primer ejemplo es de «Llamando se gana». La grabación, por motivos técnicos, carece de la parte con más «miga» pero se observa el rollo «poli bueno, poli mala» que mantiene los presentadores (Óscar y Patricia, habituales perpetradores de pantomimas):

En el siguiente vídeo, nuevamente es «Llamando se gana» el programa implicado y Patricia la presentadora reconvertida a actriz de tercera encargada de montar un lamentable paripé:

Como vemos, se tira al suelo y hace ver que está agotada, mareada e incluso que delira por momentos para que alguien llame y la dejen salir del estudio. Como se encuentra tan mal… pobrecilla… A partir del instante 6:50, hasta solloza.

En el 12.14 dice «nunca había vivido algo igual» en un plan que parece que acaba de tener una revelación del futuro o que ha alcanzado el Nirvana, cuando como mucho puede referirise a la vergüenza (ajena, y espero que propia también) causada por su numerito.

En el 14.50, la misma que cinco minutos antes prácticamente reclamaba que una ambulancia invadiera el estudio, se levanta tan pancha. 35 segundos después, sale de plano a hablar con Producción, tras lo que vuelve impetuosa al máximo. Cualquiera diría que parecía moribunda un rato antes…

Observad que en los dos casos, la emisión se corta abruptamente durante el panel del bote… El lunes, otra entrega (aún más lamentable) de «Dando pena se gana».